Pues creo que no es un presentimiento, es mas bien un deseo o la esencia de mi espíritu que disfruta mas la libertad hiriente de la cárcel de la soledad, este espíritu viejo que no quiere estar acompañado, sino disfrutar del dolor de un amor imposible que lo haga sentir la muerte todos los días, estar sombrío con alguna razón, poder sufrir y que esa sea su única bandera en el mundo.
El fuego que llueve de las nubes de tu cielo
ese fuego que se acumula y se fermenta
que se destila en las piedras de mi suelo